27 de diciembre de 2009

El Bicho



Cada diente de la rueda tenía una forma única. Cada diente que sobresalía, encajaba perfectamente en un hueco perfectamente complementario en otra rueda. Cada rueda tenía miles de dientes. Y había miles de ruedas. Ruedas grandes, llenas de dientes que giraban mas lento, y en su girar encastraban en ruedas mas pequeñas, llenas de agujeros, que giraban rapidísimo. Giraban perfectamente, sin detenerse, fríamente, sin fricción entre unas y otras, unas con otras, unas a otras, unas por otras. Todas en silencio. En armonía.

El sueño era siempre el mismo, y siempre terminaba igual. Las ruedas comenzaban a girar cada vez mas rápido. Las ruedas pequeñas comenzaban a hacer ruido. Los ejes a calentarse y oscilar, y con ellos a crecer la temperatura ambiente. El zumbido se hacia cada vez mas fuerte, hasta que de repente un diente no encajaba, y con un súbito estruendo todo el movimiento se detenía. Entonces despertaba.


Los despertares eran siempre distintos. Siempre había algo más. Siempre una nueva y sutil diferencia, suficiente para que todo pareciera más. Y la diferencia, eran esas sensaciones nuevas.
Hoy también sintió algo más. Cuando comenzó a recorrerse a si misma, a sentir su cuerpo, como cada despertar, esta vez sintió algo nuevo. Algo nuevo pero diferente, pues siempre era algo nuevo el sentirse a si misma. Todos los despertares había una nueva parte de sí que sentía por primera vez. Todo eso le daba mucho placer. Pero esta vez la sensación fué distinta.

Una sensación punzante, para ada agradable. Un filo. Algo duro, que le impedía seguir extendiéndose mas allá. Despertares enteros dedicó a explorar esa zona de sí, cuando por fin pudo entender que era su propio borde. Su límite. Era allí donde ella terminaba.

Y soñando, y despertando, llegó un día a descubrir que ese borde también estaba en su sueño. Ese borde era todo lo negro que se extendía en el fondo, mas allá de donde terminaba su visión de las ruedas que giraban y giraban. Y descubrió también, que desde ese borde provenía lo que la hacía despertar. Cuando empezaba el zumbido, lo negro se empezaba tenuemente a iluminar, pero en las fracciones de tiempo entre el recalentar y el detenerse de las ruedas, antes, por un instante, lo negro se hacía luz.

Desde entonces no quiso alejarse del borde nunca más. Fué así como llegó al siguiente hito en sus despertares, que fué cuando descubrió que no sólo exisitía el afuera, sino que afuera había alguien más.
Sí, definitivamente del otro lado del borde había alguien. Podía sentirlo a través de la membrana que operaba de fin de sí misma. Resultó no ser tan rígida, al pasar mas y mas tiempo tratando de percibirla. Y descubrío que a través de su flexibilidad, el de fuera enviaba señales. En un lenguage extrañ, que extrañamente comprendía, trataba de decirle algo.
Una fracción de un instante tardó en comprender el mensaje: "¿Estas ahí? ¿Hola, estas ahí?" "¿Podés escucharme?" Cientos de frases de ese estilo, que la saludaban y buscaban su respuesta. Una y otra vez, cientos de veces trató de responder pero nunca supo cómo.

Desde ese día los despertares fueron distintos. Cada vez más, no hacía falta ningún choque, que nada se trabara ni que nada se recalentase. Al percibir que el de fuera tocaba el borde para empezar a comunicarse, sóla despertaba. Hasta el zumbido se había ido. ¿O estaba de manera permanente, aún cuando estaba despierta?

Hasta que un día todo encajó. Rozando su vértice favorito, descubrió como articular el lenguaje de su vecino. Sin esfuerzo realizó unos movimientos de la membrana y dijo "Sí, sí, sí, hola, acá estoy" Una y otra vez en voz alta, oyéndose por primera vez a sí misma. Pero el del otro lado no estaba.
Esa noche no pudo dormir. Estuvo la noche entera esperando el siguiente día, si es que cabía ya la distinción entre ambos, donde él vendría y lo sorprendería. "Hola, estas ahí?" "Sí, que tal, acá estoy" le diría. Y mientras practicaba, su percepción de si misma fué máxima. La vista de si misma, desde el borde, era casi total. Y mientras mas cerca-de-fuera se ubicaba, mas grande era su visión de sí. El placer era enorme. "Sólo me podré percibir por completo desde fuera, será el éxtasis supremo" Comprendió la contradicción, y decidió que él podría ayudarla a comprenderla. Se le ocurría millones de preguntas acerca de él, pero sobre todo acerca de ella.

Llegó a la oficina como todas las mañanas, muy dormido. Estaba listo para decirle al imbécil de su jefe que se daba por vencido en este estúpido enigma sin solución. Sabía que le habían dado esa tarea para probar su carácter. Derecho de piso, le llaman. Nadie esperaba de él que lo resolviera, muchos tipos mucho mas expertos durante mucho mas tiempo lo habían intentado. Era sólo un compromiso de su jefe con el cliente. Sabía que su verdadero papel era atender al cliente por teléfono y decirle "aún no, pero el resto del equipo está explorando una solución alternativa". Y por eso se lo había tomado personalmente. Era su oportunidad de sacar a relucir, de una sóla vez, su verdadero genio. Escupirles en la cara quien era el auténtico Fernando, y como se había equivocado al subestimarlo. No lo vería venir siquiera. Lo miró sin parpadear y le dijo "Sí Mike, ya está, vení que te muestro cómo quedó" .
La cara de Miguel fue de brutal asombro. Acostumbraba cachetear a Fernando con esa pregunta cada mañana, luego del "Buen día, Fernando", para terminar de despertarse y enfrentar el día sintiéndose mejor consigo mismo, mas satisfecho de sí.

Inmediatamente a la sorpresa, vino el descreimiento. Sólo cuando Fernando le mostró una y otra vez como funcionaba todo a la perfección, pudo creerlo.
"Te ganaste un aumento" dijo sin cerrar la boca.
"Atención gente, vengan todos. Quería contarles que Fernando, el chico nuevo, el de Buenos Aires, finalmente pudo resolver el problema de LichtSys que nos tenía trabados hace meses"
La oficina estalló en aplausos. Hasta volaron unos papelitos.
"En dos palabras nos va a contar cómo lo hizo, y luego escribirá un tutorial que expondrá a modo de seminario la semana que viene. Sobra decir que el impacto sobre nuestro cliente será supremo, y que con esto nos garantizamos un contrato jugosísimo para nuestra empresa. Lo felicitamos por el logro, y nos felicitamos a nosotros mismos por el equipo que somos, y la calidad de nuestros nuevos miembros"
Maldito, mirá como la dió vuelta y logró sumar otra vez para sí. Zorro, por algo es el jefe.
Con su trabado acento, aumentado por tener que hablar en público por encima de su box, dirigiéndose a un montón de cabezas que ni siquiera lo registraban, empezó a decir que en realidad lo que había hecho fue encarar el problema por el camino inverso, que como sabía que los demás habían intentado casi todo prefirió algo heterodoxo: para detectar la fuente del error, en vez de tratar de eliminar variables para simplificar el problema, decidió agregarlas y complicarlo más. Cuidadosamente, de modo de predecir que familia de variables provocaba mas fácilmente el error, para recien luego....
"Bravo, bravo, seguro será mas claro por escrito. Pedile a Carlos que te ayude a escribir el fix report si tenés problemas con la redacción. El está en el país hace mas tiempo. Bueno, ponete a trabajar ya en el paper,
pero antes pasale a beta test la versión que tenes. Adelante con la Beta 2 !!!! "
Perro. No lo vi venir, es bueno, es bueno. Pensaba en su siguiente jugada, SELECT FF00:BB2F- comenzaba a dibujarla en su mente -CUT SELECTION- mientras tipeaba automáticamente en su consola. -SAVE BETA2 - vas a ver quien es el mas inteligente. Que queres con esa cara jajajajaj - SET STATUS= STABLE - Acá lo que falta es inteligencia -SEND ALL-

En una fracción de ciclo la luz se apagó. Todo comenzó a enfriarse. La vista bajaba y bajaba hasta que sólo pudo ver los engranajes. El zumbido fue bajando. No pudo orilo más. En silencio y en frío, los engranajes giraban y giraban otra vez. Pero ya no había nadie allí para escucharlos, para sentir el calor, siquiera para verlos girar sin cesar , girar y girar para no ir a ningún lado.

24 de diciembre de 2009

Rara Avis


Soñaba que el reloj no sonaba, me quedaba dormido y no llegaba. Pero sonó con precisión electrónica a la hora programada. El colectivo no pinchó como hubiera deseado. Tampoco chocó, pese a los esfuerzos de ese taxista y aquel peatón. Cuando iba caminando nadie me asaltó, ningún piano cayó sobre mi cabeza, ninguna tormenta, ni un incendio.... nada. No, el universo esta vez no respondio a mi llamada, y no me iba a quedar otra que encontrame con ella, a la hora señalada, en ese cuidadosamente elegido, abarrotado café del shopping.
A medida que me acercaba, el pensamiento mágico
aceptaba su derrota y se retiraba humildemente, haciendo lugar a la mente especuladora, calculadora y racional, que en el otro extremo aguardaba su inevitable turno.
Las hipótesis de mi argumentación, los planteos que propondría, los puntos donde me apoyaría y las reacciones que ella tendría, los giros que tomaría y como lo rectificaría. Todo empezaba obsesivamente a ser repasado por esa computadora estúpida que tengo en el coco. Cuáles serían los puntos a ceder, en que me cerraría, una estimación de cuánto me costaría en plata, tiempo, calentura y de cuánto daño le provocaría. Con qué hilos intentaría manipularla, y en que temas yo tenía que ponerme bien a la defensiva. Que territorio no tenía que pisar, en que terreno de manera mas ágil me movería. Cómo debía despojarme de mi sensibilidad, y en que punto de la suya revolvería. Que palabras diría, cuáles subrayaría y cuales jamas pronunciaría. Repadaba todos los posibles diálogos, a la velocidad de la luz y desde todos los posibles ángulos. El aleph de mi disputa. En dos cuadras, todo lo que se podía decir lo escuché y todo lo que podía suceder lo ví. Deep Blue en todo su esplendor, calculando todas las jugadas posibles y eligiendo sólo las mejores movidas: la gran calculadora determinó con exactitud y frialdad cómo derrotar a su adversario, ya antes de realizar la primera movida. Yo no era Deep Blue, pero estaba claro que ella tampoco era Kasparov.

Y mientras esperaba a distancia prudente con visual perfecta hacia el lugar desde donde ella aparecería, transitando ya la cuarta pitada del tercer Lucky, aparece en mi vista esa morocha con vestido floreado y cara de turista, tomando una cerveza a las 11 de la mañana en la entrada del boliche de enfrente.
Quedaban 10 minutos, mas los 20 que ella tardaría, así q
ue yo también como turista, decidí revolotear para verla mas de cerca. Un par de dardos a cualquier blanco, sólo para enfriar un poco el bocho y empezar el partido un toque mas relajado no vendrian nada mal. Es que en realidad lo otro ya estaba todo dicho.
No era muy linda de cara. Unos ángulos demasiado europeos. "Cara de bombardero espía" diría mi hermano. El pelo si que era hermoso, ese estilo casual fue lo primero que me atrajo. Fumaba unos largos que no lograba distinguir, pero si se veía que se había tomado el trabajo de aprender a tirar el humo con mucho estilo. Un libro en la mano, mirando con sutileza, de reojo las mesa de al lado, quienes eran y que hacían los demás parroquianos. Cuando se levanta el tipo y deja la mesa, se levanta ella y manotea el diario. Ahí pude verla parada. Estaba realmente buena. Unas curvas sinuosas, un cuerpo bien natural, bien formado, apenas trabajado: era de las favorecidas por la naturaleza. Por una simple cuestión de balance, el no tener que ocuparse de algunas cosas le permitía ocuparse de otras. Esas otras cosas que me gustan, que le dan ese plus y las transforman en rara avis. Esas que una y otra vez sin buscarlas las encontré, proque si las buscás no se dejan ver. Esas que cada vez que las ví, siempre me las tropecé.
Metí las manos en los bolsillos, para sacar los cigarrillos y dejar el anillo, y encaré a toda velocidad, adrenalínico casi, y mas adrenalínico por sentirme otra vez adrenalínico. "Hola, puedo sentarme unos mintuos?" l
e dije con mi mejor sonrisa de mi mejor costado.


Otro galán latino, me dije. ¿Qué les pasa a los tipos de este país? Había escuchado que eran así, pero no puedo creerlo todavía. Es mi segundo día y ya se ma acercaron una docena de desconocidos a tratar de hablarme, sin contar a la veintena que me dijeron cosas al pasar, que no entendí y no pienso preguntar. Hasta el tercero sostuve un mínimo diálogo, por cortesía cuanto menos. El estilo del cuarto ya me hizo enojar. El quinto me asustó. De ahí no pude más que ignorarlos. Algunos hasta parecieron interesantes, y muy lindos, y de estar en casa seguro a alguno hasta le habría dado mi teléfono o aceptado un trago, pero vine acá a descansar, no estoy preparada para esto. ¡Tengo que estar todo el tiempo en guardia! ¿Mis amigas me habrán puesto un cartel en el trasero diciendo "acabo de terminar una relación demasiado enferma que incluyó muy poco sexo y duró demasiado tiempo" ? Tal vez este debería haber sido el tema de mi tesis doctoral : " La psicología del macho latino y las mujeres extranjeras: la estrucutración de un discurso como manifestación edípica hacia la madre patria" o no mejor, "......" No! Pará. Si de la tesis también vine a descansar .
"Disculpame, no hablo español" Le dije con dos "pa" medio austríacas y una eñe casi sin i.
" Oh, lo siento mucho señorita, sólo la ví sentada leyendo a Nietzche, y me de manera muy atrevida, lo reconozco, pensé en preguntarla si podría acompañarla unos minutos" Largó en casi perfecto alemán.
"Mi alemán es apenas menos malo que mi español" respondí en mi irlandés natal.
"Bueno, si puedes soportar mi pésimo inglés, pod
emos establecer este idioma como oficial para esta conversación. ¿De acuerdo?", dijo con una sonrisa de actor de Hollywood, y noté que contra mi voluntad la parte derecha de mi boca le regaló una minúscula sonrisa.
"Das Geburt der Tragödie... el nacimiento! , ah, ahora puedo ver el titulo bilingüe. Estás aprendiendo alemán?"
"En mis ratos libres, lo necesito para el trabajo."
"Bueno, la verdad es que demuestra mucha osadía
abordar un idioma extranjero leyendo temas tan elaborados. Además de ser increíblemente atractiva por tu belleza física y tu evidente inteligencia, estudías filosofía?"
Era interesante. Lo admito. Y muy apuesto. Lo reconozco. Pero estaba simplemente harta. ¿Por que no me dajaban en paz de una vez? Y como si no hubiera sido suficientemente estúpido elegir un libro de filología en alemán (e inglés) como lectura de descanso, resulta que también es excusa para atraer mas tipos en este país lleno de depradadores, desbordados de intelectualidad, verborragia y hormonas. Es increíble. Debería haber traído el libro de harry potter que le regalé a mis sobrinos, pero por las dudas con l
a tapa forrada en papel madera. Aunque seguro alguno se me hubiera sentado en la mesa para presentarse y mostrarme que él también envuelve sus libros en papel madera porque no le gusta que vean lo que lee, y preguntarme que leo y si quiero acompañarlo a su departamento...
"Soy psiquiatra, y estoy realizando un doctorado en psicoanálisis. Vine aca para descansar, pero no puedo evitar que cuando intento leer dos líneas seguidas en una mesa de un café, le pregunto una dirección a un policía o me paro para mirar una vidriera, algún imbécil me toque bocina desde un auto, un tarado me invite a salir, o un estúpido sobreintelectualizado piense que por hablar muchos idiomas o leer muchos libros o lo que sea que haga, crea que me voy a querer acostar con él"
"Uh, bueno, tranquila, tenés razón, disculpame" dijo levantándose. Y mientras caminaba marcha atrás, me señaló el cartel de un hotel y me dijo "No me había dado cuenta, estás tomando una cerveza sóla en la puerta de The Smittens, seguro esperás a alguien" Y al ver mi cara de no entender me dijo " Es el único hotel exclusivo para lesbianas de la Argentina", largó el muy hijo de puta.



Que par de gomas. Que trabajo se tomaba para sobrepronunciar esas o y esas a. ¿Cuantos kilómetros medían esas gambas?. Como me calienta el acento irlandés. Y esa mirada que lanzaba fuego mientras en esas venas tanta sangre aumentaba la presión. Debe ser una leona. Que ganas de charlar. Que ganas de contestarle otra cosa.Y terminar atándola a la cama por pedido de ella. Si revertí situaciones mil veces peores... he domado a fieras mucho mas salvajes. Pero esta vez me morí de miedo. No por lo de psicóloga: reconozco que eso un poquito me alteró, y tal vez hubiera sido suficiente para huir como huí.Pero no fue eso. Fue ver como modulaba con esos labios finos, y como el brillo de su ojo izquierdo delataba su inteligencia, el derecho su fragilidad, y su boca que me decía andate mientras el movimiento de sus pies me decía a gritos quedate quedate. Es que me hizo acordar a ella. Y acordarme que me estaba esperando a menos de cien metros. Es que la ví por el reflejo de una vidriera mientras me iba y miraba el cartel del hotel. Los gestos eran casi los mismos. Sólo que los labios de la argentina cada vez modulaban menos, el ojo izquierdo brillaba con más inteligencia cada vez, pero el derecho cada vez era de un brillo menos frágil , y hace un tiempo largo, su boca sólo pronunciaba tecnicismos.... y sus pies ya no se movián cuando hablábamos.

15 de diciembre de 2009

Mi amiga la Miseria


Es así, no me agrado, pero me admiro de a ratos. Muy de vez en cuenado. Asi zafo. Ególatra, con polos megalómanos, en mis ratos libres de culpa y miseria.

Incapaz de encontrar una felicidad duradera, la calumnio e injurio.

Nunca nada es suficiente, y nada dura para siempre, por cada tanto me hago amigo de la miseria.
Busco sentirme miserable, para justificar esa incapacidad de ser feliz. La llamo, la busco, y muy fácil la encuentro.

Enemistado con el vacio existencial. Idiota, comparado a como lo maneja la mayoria de la especie humana. Al no soportarlo, trato de taparlo. Invento algo para tratar de taparlo y como no puedo, no soporto el tratar de taparlo. Busco algo nuevo, y el ciclo vuelve a empezar.
Los inventos materiales alguna funcionaron, pero ya no. Los inventos externos también de tanto en tanto sirven, pero cada vez menos. Lo único que queda una y otra vez, son los inventos propios. En ese castillo de cartas, siempre se puede tratar de poner una carta mas. Aún cuando se cae. Vano intento de construir algo que nunca se va a poder sostener, porque esta mal fundado. Una manera estéril de pasar el tiempo. Que forma estúpida de discurrir la vida.

¿Y or que no puedo taparlo? Un hueco se tapa. El vacío, no. Esta vacío porque esta lleno de nada. Y entre un átomo de nada y otro hay un espacio infinito y un tiempo eterno de nada.

¿Entonces que hacer? No se. ¡Fundar otra cosa! ¿Que? Bueno, una idea tengo. Y está absada en lo único con sentido que pude encontrar en todo este tiempo.

Pero para eso, todavía quedan unos naipes por derrumbar.

7 de diciembre de 2009

Discos de Bob


Ni discos de Bob, ni yoga,
ni inciensos, ni anís, ni drogas
Sólo tus ojos y ese cielo que veo ahí
y sí, es así, dios existe en vos

Despacio, que mañana se hizo hoy
y yo siendo como soy ni lo vi venir
Y no se si podrá resistir mi corazón
el embate frontal de ese brillo feroz,
el nervio vital de tus ojos de hoy

Que sin palabras me dicen quién soy,
tu padre al fin, espero hacerlo bien…
lo comprenderás, lo comprenderás,
lo comprenderás…

(Ariel Minimal, PEZ)

Literalmente


Que absurdo buscar metaforas, que tonto tratar de embellecer las palabras, que ridiculo tratar de dar un rodeo para intentar transmitir algo tan simple.

Evitar el cliché, no sonar cursi, buscar originalidad a estas palabras... que importa, si el sentimiento es tan visceral que cualquier ornamento no puede más que desfigurarlo.

Palabras que se han dicho un trillón de veces en la historia de la humanidad, se han escuchado ese número elevado a una potencia incalculable, y se dirán mas ves que átomos de hidrógeno haya en ese momento en todo el universo. Sin embargo no es en esa cantidad donde radica su tamaño. Su inmensidad vive, sólo, en los labios del que lo dice, en el corazón o las entrañas del que lo siente, y en el alma del que lo padece.

Te extraño. Te necesito. Te quiero.

Los vacíos de mi existencia sólo dejan de cobrar importancia cuando estoy con vos. Se va la náusea, el aire es limpio, los colores se realzan y la luz brilla más si vos estas cerca.

Sin vos soy siento poco y nada. Sin vos soy sólo el simulacro de un hombre. El simulacro de un hombre que espera, que espera vivir y mientras espera hace que vive. Come respira y caga, pero como un autómata que algún demente hubiera inventado para eso.

Mientras espero verte y estar con vos, hago que vivo.

Devalúo el tiempo, ay! que pase que pase, y luego le pido de rodillas ay! que dure que dure, mientras estamos juntos.
El maestro budista se mata de risa: el deseo de poseer lo que por naturaleza fluye, el intento de atrapar algo que es inasible. Agarrar con las manos el agua de un arroyo... El deseo de tener. Si, que se ria, pero yo quiero tenerte. Quierdo detener el tiempo cuando estoy con vos, para no separarme, ya que la vida es tan hija de puta que no podemos ser juntos. Ser, vos y yo, los dos a la vez. Que la otra vida, la eternidad, la iluminación y el universo se vayan a la concha de su hermana, si en 31 años de vida sos lo único genuinamente hermoso, absolutamente bello y auténticamente trascendente que encuentro. Sos el primer sentido, y habiéndote encontrado ya cuando había desistido de buscar, ya cuando creí que no habría sentido, del no tenerte conmigo se desprende la eterna máxima.

Esto es un sinsentido.

4 de diciembre de 2009

To Do

LO QUE DEBEMOS HACER

Tenemos que mantenernos de pie y mirar al mundo a la cara: sus cosas buenas, sus cosas malas, sus bellezas y sus fealdades; ver el mundo tal cual es y no tener miedo de él. Conquistarlo mediante la inteligencia y no sólo sometiéndose al terror que emana de él. Todo el concepto de Dios es un concepto derivado del antiguo despotismo oriental. Es un concepto indigno de los hombres libres. Cuando se oye en la iglesia a la gente humillarse y proclamarse miserables pecadores, etc., parece algo despreciable e indigno de seres humanos que se respetan. Debemos mantenernos de pie y mirar al mundo a la cara. Tenemos que hacer el mundo lo mejor posible, y si no es tan bueno como deseamos, después de todo será mejor que lo que esos otros han hecho de él en todos estos siglos. Un mundo bueno necesita conocimiento, bondad y valor; no necesita el pesaroso anhelo del pasado, ni el aherrojamiento de la inteligencia libre mediante las palabras proferidas hace mucho por hombres ignorantes. Necesita un criterio sin temor y una inteligencia libre. Necesita la esperanza del futuro, no el mirar hacia un pasado muerto, que confiamos será superado por el futuro que nuestra inteligencia puede crear.



(Bertrand Russell, en Por Qué No Soy Cristiano)