24 de junio de 2010

C´est la, le soleil

Camino, corrio, se sentó, se acostó.

Una hora en el fértil valle de Pierce, medio día en el lago de Belt
Unos minutos en las vertiginosas cumbres que dominaban el paisaje
para volver a esos caminos sinuosos de inverosímiles curvas
subir, bajar, otra vez.

Ebrio de neblinas, extasiado y confuso sin entender si el calor
venía desu equipaje, de caricias, las piedras bajos sus pies o las heridas de aquellas espinas.

Tardó en reaccionar, pero fue súbito el despertar.
La imagen impresionante por la sorpresa y lo imprevista,
hermosa por lo esclarecedora, coincidente y oportuna.

Descubrió su luz, los rayos, el calor, el resplandor
y disfruó ese instante de encandilamiento
y su lento y sostenido ascenso, en el espacio, en el cielo.

"Hace cuanto que no te veo, me habia olvidado de vos,
ha pasado una eternidad"
Le dijo susurrando al viejo Sol
"Te nombré diez veces, caminé pero sólo te encontré cerrando los ojos frente a un espejo"


Lo miró unos minutos mas, lo ubicó en la geografía recién descubierta
Entre tanta belleza, explotó.

Miró alrededor, suspiro, se deslumbró un minuto mas
Junto fuerzas, su equipaje incluídas espinas, piedras y caricias
Y caminando, hasta mañana, prosiguió.