24 de enero de 2010

Trapo d.C.


Las ultimas frases fueron en clave tambien.
Ella las recibió, pero no dijo que el código desconocía.
Es que tampoco lo sabía.
Ambos se fueron pensando que ella comprendió.
Y por eso el final ninguno vería.

El dijo fuego, ella entendió luego.
Que sos un ciego, que todo lo que digo es puro griego.
Las palabras de las lleva el miento.

Sin mirar atras, pensando en mañana.
Creyendo que no mira, ninguno mira nada.
Solo caras, palabras y sonrisas.
Mascaras, mentiras y pañuelos.
Tan extensas, repetidas, tan vacias.
¿Fue ayer, o fue pasado mañana?

Ya sola en su casa, sólo retumbaban sus palabras.
Su nombre, descifrarlo, decirlo con palabras.

Sola no quería, entonces se fué frente al espejo
Quiso nombrarlo, pero con su reflejo de testigo no se atrevía.
Antes de salir tres veces le preguntaron,
y tres veces que no les dijo.

Si a un dios también nego un amigo
¿Que esperar para un pobre diablo?