
La construcción, disciplina que me permite ser hacia el exterior. Mas que una proyección, una transformación de mi ser en algo material.
Una obra.
La transormación de una suma de impulsos eléctricos y señales químicas en la materia de lo que se construye. Una idea convertida en átomos. Nada nuevo para la humanidad. El jarrón del orfebre, la silla del carpintero, el cuchillo del herrero.
Algo que está. Que otros pueden ver, tocar y sentir. Que queda. Tiene propiedades definidas, permite ser medido de maneras convencionales, mas o menos universales. Una fuerza que nace en la otra dimensión, y termina en las cuatro ordinarias.
Y se escribe con una ecuación:
Idea+pensamiento+voluntad+fuerza+genio+técnica+conocimiento+talento=mc2
Nota del autor: Salvo que se cite la fuente, todos los textos publicados en este blog son propiedad del autor. Todos los derechos reservados. 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario