Un mono con un palo, simiescamente, estupidamente contra una pilas de craneos lo azota, golpea y grita. Los craneos crujen se rajan.Otros monos, atemorizados, miran
No hay nada de estúpido en los golpes. Con inteligencia lo hace. Ahí la inteligencia nace.
En esta escena el mono deja de ser mono, es el amanecer del hombre.
La inteligencia así se hace, menos mono y mas hombre, porque el hombre deja de ser mono cuando descubre que para romper cabezas con un palo nace.
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